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Un gran diseñador y constructor de edificios metálicos necesitaba una forma mejor de realizar el seguimiento de sus piezas de acero. Su acero se fabrica en varios talleres de fabricación y galvanizado, y tenían problemas para que las marcas de los números de pieza fueran legibles cuando el acero llegaba a la obra.
Utilizaban una estampadora manual de etiquetas para crear etiquetas para las piezas de acero, pero a veces las etiquetas no eran legibles después de volver de la galvanización. Sus clientes querían una mejor trazabilidad, así que empezaron a buscar etiquetas de código de barras que pudieran sobrevivir a los duros calderos de limpieza y recubrimiento de zinc. Encontraron las etiquetas metálicas de código de barras de Pannier y la impresora de etiquetas metálicas PLUS3.
La impresora Pannier PLUS3 se ajustaba perfectamente a sus necesidades. Funciona como una máquina de producción totalmente integrada, que permite importar datos directamente desde su software de gestión de materiales para eliminar la posibilidad de errores. Una vez cargados los datos, la PLUS3, superrápida y fácil de usar, imprime etiquetas de alta resolución en lotes de 1000 o más. La configuración y la integración fueron pan comido con la ayuda del equipo técnico de Pannier. En cuanto recibieron la impresora, empezaron a imprimir etiquetas en menos de una hora.